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Se denunció la falta de articulación de los organismos frente a la problemática de adicción

Paraná, 27 de abril de 2015
Debate sobre los jóvenes y las drogas en la UNER

Se realizó un panel sobre el consumo de drogas y su relación con los jóvenes hoy por la tarde. Entre los principales temas abordados estuvo la necesidad de un protocolo de acción como parte de una nueva política de Estado. Esta actividad se hizo en el marco de la presentación de la 9º edición de la revista Mal de Ojos. La publicación está a cargo de estudiantes del Taller de Producción Periodística de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).


Por Julieta De Lorenzo
            Casi todas las disertaciones se caracterizaron por una fuerte denuncia de la falta de articulación existente en las organizaciones sociales que participan de la red de ayuda para los jóvenes adictos. Por eso, como síntesis del debate y conforme a otras opiniones presentes como la de la no adhesión a la baja de imputabilidad juvenil, se hizo hincapié en la necesidad de un protocolo de acción para ayudar a los menores con adicciones en situación de crisis.
            El debate sobre la relación entre drogas, jóvenes y delitos tuvo la participación de: Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones (SELCA); Pablo Barbirotto, defensor de Pobres y Menores del Juzgado de Paraná; Nora Mian, profesora de la secundaria Bazán y Bustos; Mónica Olivera, madre y vecina del barrio Lomas del Mirador; y José Amado, periodista de la sección policiales del diario UNO Entre Ríos. Además, participaron dos alumnos del taller. Esta actividad tuvo lugar en el auditorio Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias de la Educación hoy por la tarde
           

 Cadena de responsabilidades

            A lo largo de todas las exposiciones hubo fuertes críticas al sistema de ayuda en casos de crisis de adicción que se encuentra vigente. Entre los organismos competentes denunciados estuvieron, en primer lugar, el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), la Policía Federal encargada de los operativos relacionados al narcotráfico y el sistema de salud de la provincia. Mónica Olivera remarcó el hecho de que el 102 generalmente no da respuesta y que la única alternativa disponible es la internación en un centro de ayuda, cuando los jóvenes lo permiten.
            Respecto a la vulnerabilidad de los menores, Mario Elizalde puntualizó que si bien el Estado debe hacerse cargo de ésta situación, no se debe perder de vista la cuota de responsabilidad que tienen los padres de esos jóvenes. El hecho marcó un quiebre en el clima que se vivió en el auditorio, ya que tanto la madre presente como la profesora desacordaron inmediatamente y a partir de ahí el público presente comenzó a medir cada palabra del secretario. Desde el desacuerdo con las palabras de Elizalde, la moderadora del panel Aixa Boeykens remarcó: “Realmente sí es un circuito, una red en donde hay responsabilidades, pero no son iguales las responsabilidades”.
            Además, teniendo en cuenta que el problema involucra a los menores de edad, cabe remarcar que había un acuerdo acerca de no ver a la baja de la edad de imputabilidad como una vía de solución a esta problemática. Justamente porque al ser del orden social, como aclaraba Barbirotto, no se puede buscar soluciones unidimensionales de algo que posee múltiples dimensiones intervinientes. Desde este lugar el defensor sostuvo: “La sola penalización de esta conducta por el sistema penal sin un sistema de salud, un sistema de protección de los derechos del cuerpo, un sistema de protección de verdad, no va a resolver absolutamente nada”.
            Respecto a la necesidad de un tratamiento más macro del problema, la profesora Nora Mian habló de la necesidad de respuestas por parte del Estado que tienen las educadoras frente a las situaciones que se originan en las instituciones educativas por el consumo de estupefacientes. Ella declaró que si bien es consciente de lo importante que es la contención de los chicos que se brinda en las escuelas, ellas no están preparadas para las situaciones de violencias que se originan a causa del consumo.
            Por su parte, y en línea con esta mirada que apunta más allá de la intervención del sistema jurídico y penal, el secretario del SELCA expuso la línea preventiva de esta problemática que se plantea desde el organismo. Entre las actividades que llevan a cabo, comentó los estudios que se están realizando acerca del grado de capacitación que poseen profesionales de la salud en relación con esta temática. Entre ejemplos y algunas anécdotas que intentaban dinamizar su exposición, Elizalde comentó que la información se recolecta desde el análisis de las materias de carreras como la de Psicología, Enfermería, Medicina, etc.

 Soldaditos de los narcos

            Otro punto fuerte que se tocó en esta charla que se extendió durante casi dos horas, fue el de los cambios que hubo respecto a la forma en que se vincula el joven con la droga. En relación con esto, Juan Amado fue muy claro cuando sostuvo que entre las diferencias que él puede notar está el nuevo papel de los jóvenes como “soldaditos” de los narcos. Los menores, comentó, ya no se introducen en este sistema vicioso solo como consumidores, sino que también forman parte de la red de venta, un proceso del cual no se logra salir. El “narco” del barrio no sólo ya no tiene códigos y vende adentro, sino que además los capta y los utiliza aprovechando su vulnerabilidad.
Además, el periodista remarcó el hecho de que los chicos están abastecidos de armas y que eso influye directamente en el grado de violencia que se vive. En este sentido, Amado fue muy claro cuando dijo: “Hoy la diferencia es que los chicos están armados y lo que antes se resolvía con unas trompadas y daba que hablar a todo el barrio una semana, hoy se resuelve a los tiros”.
Por su parte, tanto Olivera como Mian coincidieron al expresar que es de público conocimiento en sus barrios quiénes son los que venden drogas y abastecen de armas a sus hijos. Y además, ambas comentaron la dificultad que significa querer denunciar a estos “clanes familiares” ya que siempre se reciben represalias. La mamá fue muy clara cuando dijo: “cuando denunciás a uno todos los delincuentes hacen causa común (…) cuando vos lo denuncias lo que tenés que enfrentar no es fácil, yo los entiendo.” Sin embargo, Barbirotto sostuvo que la gente debe realizar estas denuncias, que son sumamente necesarias para avanzar y aseguró que si la denuncia se hace bajo el procedimiento de testigo de identidad reservada, se asegura la protección del denunciante.

 Muchos casos y pocas estadísticas

            En la disertación del periodista de diario UNO, se especificó el hecho de la falta de estadísticas que hay a nivel provincial respecto de los casos que involucran a menores y que se relacionan con la droga. Amado comentó que a partir de visualizar esto, él decidió realizar sus propias estadísticas a partir de los casos que conoce desde su trabajo periodístico. Además, sostuvo que la falta de números y análisis hace que la construcción que relaciona a los jóvenes tanto con la droga como con el delito sea errada, ya que se la toma como una relación directamente influyente.
En relación con esta construcción periodista de la temática, entre nombres de víctimas y números que no asombraban al auditorio, el periodista demostró cómo la mayoría de los hechos de violencia tienen que ver con una cuestión territorial, o de problemas entre los narcotraficantes. Esto, explicó Amado, iba en oposición a la representación que hacen los medios de esta problemática, ya que siempre se establece que las muertes son por hechos delictivos. Además expresó que este tipo de construcción hace que “atrás de eso por supuesto vienen muchas ideas, muchos comentarios (…) de corte más fascista que reclaman mano dura o bajar la imputabilidad de menores.”

No es cuestión de juzgar

            Algo que apareció en el discurso de varios de los disertantes fue el hecho de no juzgar a los jóvenes, por un lado porque como dijo la mamá, a cualquiera le puede tocar aunque uno crea que no y agregó “yo lo hacía y me pasó”. Y por otro lado, porque como afirmó el periodista todavía no sabemos dónde estamos parados, y es necesario no juzgar a no ser al Estado el cual merece la mejor de las críticas. Además, no es algo sencillo, la clasificación y el encasillamiento de la problemática en la clase baja, no resuelve el problema, y en realidad lo que importa es, en palabras de Boeykens, que “no es menor que se nos estén muriendo la mayoría de los niños y jóvenes de nuestro país, no podemos mirar para el costado”.

            En este sentido, y como lo subrayaron todos los panelistas durante la charla, son importantes investigaciones profundas y responsables sobre este tipo de temas, como la realizada por la 9° edición de la revista Mal de Ojos. Esta publicación se caracteriza por tratar en cada una de ellas una problemática social diferente, la cual va a ser analizada en profundidad por los estudiantes que estén a cargo. En esta oportunidad se analizaron tres puntos fuertes en relación con los jóvenes: su relación con las drogas, los adolescentes y el alcohol y su relación con las tecnologías. Los alumnos disertantes pudieron dar cuenta, a partir de sus palabras la seriedad del trabajo periodístico que habían realizado y fue por eso que no solo recibieron los halagos de todos los panelistas, sino también los aplausos del auditorio, el cual se encontraba con una de sus dos alas completa. La revista junto con otras producciones del taller están disponibles en el sitio digital: http://unertpp.blogspot.com.ar/

Audio de la opinión del defensor Barbirotto sobre el tratamiento penal de la problemática: https://soundcloud.com/julieta-de-lorenzo/audio-barbirotto

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