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Fuertes reclamos por la falta de un protocolo en las crisis de adicciones peligrosas

Panel sobre consumos peligrosos y jóvenes en la UNER

La necesidad de un protocolo de acción para asistir a adictos a las drogas en momentos de crisis fue uno de los principales reclamos del panel “El consumo y venta de droga en la vida cotidiana. Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama”, que se realizó hoy por la tarde en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER. Asimismo se denunció el rol pasivo del Estado y se advirtió que la justicia sola no puede resolver un problema que es social. El debate fue organizado para presentar la revista Mal de Ojos, cuyo tema son los consumos problemáticos.

Por Victoria Carballo

Fotografía:  Mauro Götte

Trabajar en un protocolo en el que se articule el accionar de centros de salud e instituciones educativas y penales y que asigne roles y responsabilidades en situaciones de crisis por adicciones a las drogas, fue una de las conclusiones del debate. Otra de las principales denuncias fue el rol pasivo del Estado. Según la mayoría de los expositores, el Estado es quien tiene la responsabilidad y los recursos necesarios para hacerse cargo del conflicto de las adicciones y no lo está haciendo como debería. Pablo Barbirotto, Defensor de Pobres y Menores de Paraná, declaró que el Estado trata de combatir el problema fundamentalmente a través de la justicia, pero cuando la justicia interviene, ya es demasiado tarde. “Pretender resolver un problema de salud mental, un problema social, con el código penal, es una locura”, enfatizó Barbirotto.

Apenas unos minutos después de las 15.30 comenzó el debate, con decenas de asistentes, mayoritariamente estudiantes y docentes. El panel, además de contar con la participación del Defensor de Pobres y Menores de Paraná, fue integrado por: Mónica Olivera, madre y vecina del barrio Lomas del Mirador de Paraná; Nora Mian, directora y profesora de la Escuela Secundaria Bazán y Bustos; Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones (SELCA) y José Amado, periodista de Diario Uno Entre Ríos. Norma Castaño, integrante de Red Madres Solidarias de Santa Fe, fue la única entre los invitados que no asistió. El debate fue moderado por la profesora y directora de la revista, Aixa Boeykens y presentado por dos alumnos que participaron en ella, Nahuel Amore y Paulo Palacios.

Las principales víctimas son los jóvenes


Las declaraciones de Nora Mian fueron muy contundentes en ese sentido: "Los chicos mueren como moscas y son anónimos". La profesora de la Basan y Bustos expresó que la aparición de la droga es un síntoma de un tejido social roto y que en su escuela, "más de la mitad tiene contacto con la droga y algunos el problema con el delito". Por este motivo, y por la falta de lugares de asistencia en Paraná, dijo que desde la escuela es fundamental contrarrestar la problemática con mensajes de esperanza y contención.

En concordancia con las palabras de Mian, José Amado puntualizó que, según estadísticas de elaboración personal, el promedio de edad de los fallecidos por delitos de narcotráfico es de 26 años y el de los acusados de 20, confirmando que los jóvenes son el sector más vulnerable. Según Amado, existe una nueva figura en el narcotráfico, la del "soldadito", jóvenes excluidos, presos del consumo, que son buscados por su inimputabilidad y que son los que le ponen el pecho a las balas. Es por eso que denunció a un "Estado bobo" que no se hace responsable y que merece la mayor de las críticas.

Las responsabilidades de cada sector, en disputa

Se respiró un clima de mucha tensión cuando tomó la palabra Mario Elizalde. El titular del SELCA realizó la polémica afirmación de que los padres y docentes son tan responsables como el Estado porque “el Estado somos todos organizados”. La primera en responder a sus palabras fue la moderadora del debate, que con mucho respeto aclaró que no es igual la responsabilidad de los ciudadanos comunes que la del Estado y que cada uno tiene su lugar. Una maestra de Lomas del Mirador que se encontraba en el público, intervino diciendo que “estamos tirándole la pelota a la sociedad cuando no tiene los recursos como sí el Estado” y se llevó todos los aplausos. Barbirotto también destacó que los docentes hacen un esfuerzo sobrehumano, por vocación, pero que no fueron preparados para ello por lo cual es inminente el desarrollo de un protocolo.

La disertación de Elizalde tuvo varias imprecisiones y no generó la adición de sus compañeros, quienes constantemente susurraban y disentían mientras hablaba de las tareas de prevención que se llevan adelante en el SELCA. Elizalde expuso que los profesionales médicos “no tenemos idea de la problemática” ya que la prevención de adicciones no está en la currícula de por lo menos 27 universidades que fueron investigadas por el organismo. Al finalizar su exposición, Mian mostró su desacuerdo no aplaudiendo sus palabras.

Testimonios en primera persona

Con lágrimas en los ojos, Mónica Olivera expresó que “no debemos juzgar y decir que no nos va a pasar, porque yo lo hacía” y eso no le permitió ver el problema. La madre de un ex adicto empezó su historia contando que a su hijo no le faltaba nada, pero que los narcotraficantes incentivaron el consumo de marihuana en su hijo por un sentido de pertenencia al barrio. Al igual que otros de sus compañeros, expresó la dificultad para encontrar ayuda y que finalmente logró salir adelante sacándolo del barrio que era un “foco infeccioso” para el joven.

La docente Mian, a quien las adicciones las tocaron de cerca por sus alumnos y su hijo, relató experiencias en las que a los jóvenes de barrios marginales no les permiten salir de ese círculo vicioso: “no es adicto quien quiere sino quien puede”. Amado también se manifestó en ese sentido cuando dijo hay condiciones sociales en las que no se puede ejercer un control autónomo del consumo y que “libertad vas a tener si tenés libertad de estudiar, de trabajar (…) ahí vas a estar en condiciones de elegir si querés drogarte o no”.

Presentación de la revista Mal de Ojos



 La actividad se realizó con motivo de la presentación de la novena edición de la revista “Mal de Ojos: mirar fuerte los temas que nos comprometen”. El tema del panel se relaciona estrechamente con el de la revista, que versa en su título “Jóvenes en tensión. Consumos problemáticos”. La publicación forma parte del proyecto de curricularización de la extensión “Periodismo en la Universidad y la Escuela Secundaria” y está realizada por estudiantes de la cátedra Taller de Producción Periodística de la Licenciatura en Comunicación Social. La publicación, de distribución gratuita, se podía adquirir en las mesas de entrada del auditorio.
Nahuel Amore y Paulo Palacios, realizadores de la revista, iniciaron el debate presentando la temática y compartiendo la experiencia de hacer la revista con los oyentes.
Amore habló sobre la necesidad de que las producciones académicas trasciendan las paredes de la universidad y de la importancia que tienen estas producciones para “reflexionar más allá de algunas tendencias periodísticas”. Al referirse a los consumos peligrosos, explicó que existe una “trama compleja” que involucra a jóvenes, vecinos, policías, trabajadores de la salud, entre otros.
En sintonía con su compañero, Palacios valoró la oportunidad de ir a la opinión y perspectiva de quienes más padecen este conflicto y son excluidos de los medios hegemónicos. El estudiante declaró que asumió un gran compromiso en la elaboración del trabajo y enfatizó la importancia de escuchar muchas voces que, aunque no aparezcan luego en los escritos, “laten dentro del texto”.
Todos los panelistas coincidieron en que producciones de este tipo son muy relevantes para la sociedad y felicitaron a docentes y alumnos por el excelente trabajo realizado.

Un protocolo para asistir a jóvenes fue el reclamo clave del panel sobre consumos peligrosos

Se presentó la novena edición de la revista Mal de Ojos

La inexistencia y consecuente necesidad de un protocolo de acción para asistir a jóvenes adictos que atraviesen una crisis fue el reclamo contundente del panel “El consumo y venta de droga en la vida cotidiana. Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama”, que se realizó hoy por la tarde en la Facultad de Ciencias de la Educación. El encuentro y la producción de la revista Mal de Ojos, cuya novena edición fue el eje de la convocatoria, forman parte de un proyecto de extensión del que participan alumnos del Taller de Producción Periodística de la casa de estudios.
  
Por Luciana Olivieri

La necesidad de contar con un protocolo de acción, realizado de forma conjunta por instituciones de distintas áreas (salud, educación, justicia), que prevea responsabilidades en cada caso y que pueda contener a adolescentes adictos en situación de crisis fue la conclusión sobresaliente del panel. Asimismo, lo expuesto por los oradores -involucrados de distintas formas en el tema- coincidió en una crítica al rol del Estado, de la policía e inclusive a quienes defienden la baja en la edad de imputabilidad como solución. Pablo Barbirotto, defensor de pobres y menores de Paraná, explicó claramente que el derecho penal sólo interviene con una visión unilateral sobre este complejo problema porque el resto de las instituciones que deberían haberse ocupado de él en primera instancia no lo hicieron.
Los disertantes encargados de poner en debate los consumos problemáticos entre los jóvenes, “un tema que se nos ha vuelto tristemente cotidiano” según expresó la profesora y moderadora Aixa Boeykens, fueron: Mónica Olivera, madre y vecina del Barrio Lomas del Mirador, miembro de Red Alerta; Pablo Barbirotto, defensor de pobres y menores de Paraná; Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones (SELCA); Nora Mian, rectora de la escuela secundaria Bazán y Bustos; y José Amado, periodista de diario Uno Entre Ríos, sección policiales. Todos elogiaron tanto la producción y el trabajo de investigación detrás de la revista, así como a la propia convocatoria.

  De izquierda a derecha: Amado; Elizalde; Barbirotto; Olivera; Mian y la moderadora Boeykens.
Para las 15.30 las ocho filas del costado izquierdo del auditorio estaban completas, y algunos asistentes más ubicados del lado derecho conformaron la estampa del público que no variaría demasiado durante la exposición. Una introducción a cargo de la moderadora y comentarios de dos alumnos sobre la experiencia de realizar Mal de Ojos, ocuparon los veinte minutos que transcurrieron hasta que los disertantes subieron al escenario para comenzar. La profesora Nora Mian llegó justo para incorporarse, y la única invitada ausente fue Norma Castaño, integrante de Red Madres Solidarias de Santa Fe.

Una vuelta de tuerca al sentido común

Cuestionar por qué sólo están en la mira los más débiles y no sale a la luz la trama que hay detrás de las adicciones, fue lo que guió el trabajo de Mal de Ojos. Barbirotto reflexionó al comienzo de su exposición, que para que los adolescentes y jóvenes consigan drogas, necesariamente hay detrás un adulto que busca un negocio, personas que ven en ellos potenciales consumidores e incluso revendedores. Hizo hincapié también en la errónea naturalización de la ecuación en la que la suma de droga, juventud y pobreza da como resultado delito.
En este sentido, la profesora Aixa Boeykens agregó más adelante: “nos preocupa muchísimo desde la universidad y desde este espacio (…) que sean los jóvenes los principales afectados (…) Todos tenemos que sentirnos interpelados a decir ‘así no’”.

La responsabilidad de las instituciones

            “No comparto la idea de bajar la edad de imputabilidad frente al delito, es necesario trabajar desde otro lugar” expresó la profesora Mian. Barbirotto hizo mención a algo similar al final de su exposición: “Se requiere una atención urgente y de calidad. (…) Tenemos que trabajar desde la protección del derecho del niño y el adolescente y del derecho a la salud. (…) La sola penalización no va a resolver nada (...) El derecho penal interviene cuando el resto de las instituciones que deberían haber visualizado o solucionado el problema no lo hicieron o ni siquiera lo vieron”.
Tanto Mian, como Barbirotto y varios miembros del público coincidieron en el desconcierto que genera no saber cómo actuar cuando un adolescente enfrenta una crisis por consumo de drogas. Desde la denuncia de la rectora, por la falta de respuestas desde el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), así como quejas similares dirigidas hacia centros de salud, la conclusión del defensor de menores y compartida por todos los participantes, fue la necesidad inminente de un protocolo de acción.
            Amado comentó: “Si venden droga frente a una comisaría, (…) hay un Estado bobo, por no decir cómplice”. Boeykens concluyó: “Es necesaria una política de Estado coordinada y seria, no hacernos los distraídos. (…) No son iguales las responsabilidades de madres, profesoras, y de quienes ocupan lugares públicos”.
Barbirotto invitó por último a denunciar a los vendedores de drogas, pero comprendió que para que esto suceda será clave que el Estado prevea mecanismos para garantizar la seguridad de quienes testimonien.          

José Amado. Periodista. Foto de Mauro Götte

La problemática en números

            Amado se mantuvo atento a lo que decían sus compañeros de panel, y a pesar de comentar que “no sabía cómo encarar el tema” ejecutó su exposición con mucha claridad. Compartió con el público estadísticas de su propia autoría, luego de denunciar la falta de estadísticas oficiales y la dificultad para acceder a ellas.
El periodista explicó que de 14 homicidios en lo que va del año, ninguno fue en ocasión de robo, sino por enfrentamientos personales (buena parte entre vecinos de un mismo barrio). El trasfondo de todos ellos fue el nacotráfico.
Agregó preocupado: “el promedio de edad de las personas que murieron en homicidios es de 26 años y de los acusados, hasta ahora, es de 20 años”. Esto no es una escena nueva, explicó, sino que la gravedad radica en que a las tradicionales disputas territoriales se le agregan las armas: “hoy la diferencia es que los chicos están armados (…) Son pibes excluidos del sistema, presos del consumo de droga (…) los que les ponen el cuerpo a las balas”. Agregó que esto tiene que ver con una ruptura de códigos del “narco”, que antes, y coincidió Barbirotto, cuidaba que no hubiera delitos en “su territorio”.




Casos particulares

Las encargadas de acercar a los presentes a la experiencia de convivir con la problemática fueron Mónica Olivera y la rectora Nora Mian. Si bien Barbirotto explicó que hay jóvenes más permeables y más propensos a entrar en el mundo de las adicciones porque necesitan contención (el consumo -le comentan los involucrados- los aleja del frío, el hambre, la violencia que sufren cotidianamente), ambas aportaron sus perspectivas.
“A mi hijo no le faltaba nada”, comenzó relatando Mónica Olivera. Sin embargo, explica, su adicción tenía que ver con un sentido de pertenencia, con sentirse parte del barrio donde pasaba mucho tiempo. “Lo logré sacándolo de ahí”, agregó, y finalizó un poco entre lágrimas: “Es importante no juzgar, porque yo lo hacía”.
Mian habló también de la falta de un proyecto de vida y, asimismo, de la falta de herramientas para ocuparse de un joven una vez que ya es adicto: “Encontrar lugares de ayuda en Paraná es muy difícil”. Barbirotto y Olivera asintieron.
  

Postura confusa y evasiva

Mario Elizalde, titular de SELCA, habló sobre las tareas de prevención que se llevaron adelante durante su gestión a cargo de la Secretaría. Sin embargo, su exposición estuvo cargada de imprecisiones y las respuestas que dio y las que omitió generaron tensión en el público.
            Mencionó que la prevención de adicciones no está en el plan de estudios de, por lo menos, 27 universidades que participaron de una encuesta preparada por el organismo y reclamó sobre todo formación de los profesionales. Sin embargo, al referirse a una encuesta que revelaba que el 50% de un grupo de niños de 11 años consumía alcohol facilitado por un familiar directo y, en consecuencia, pedir que todos nos hagamos responsables de nuestra culpa y no pidamos sólo al Estado, las respuestas en repudio no se hicieron esperar. Allí fue cuando la moderadora, respaldada por gestos de Amado y Barbirotto, resaltó la clara diferencia de deberes entre un ciudadano común y aquél que tiene un cargo público. Una profesora del público agregó que claramente ambas partes no cuentan con los mismos recursos y, que aún así, son mayores las iniciativas ejecutadas efectivamente por los civiles que por representantes de los distintos organismos estatales.

Los alumnos Nahuel Amore y Paulo Palacios. Foto de Mauro Götte

Sobre Mal de Ojos

            La edición de la revista forma parte del Proyecto de Curricularización de la Extensión: Periodismo en la Universidad y en la Escuela Secundaria y del Taller de Producción Periodística. La temática que vertebra Mal de Ojos varía con cada edición pero tiene siempre que ver con adolescentes y jóvenes de Entre Ríos y Santa Fe. Nahuel Amore y Paulo Palacios fueron los alumnos y productores de la pieza comunicacional que abrieron el panel y cada uno compartió su experiencia con los asistentes.
Amore repitió la denuncia de la dificultad para conseguir datos y estadísticas sobre el tema. Barbirotto y Amado, quienes esperaban en primera fila su turno para hablar, asintieron con sus dichos. También mencionó el problema de “los vecinos que saben dónde está el que vende (…) pero no lo denuncian para evitar represalias”.
            Palacios por su parte agradeció la oportunidad de poder dar voz a quienes, en su opinión, sufren más las consecuencias de la problemática y son excluidos de los grandes medios, y al mismo tiempo, agradeció poder compartir lo realizado con los presentes. Comprender que esto nos afecta a todos como comunidad le permitió, según expresó, realizar una tarea más cuidadosa, responsable y comprometida. 

Un panel sobre consumos problemáticos se presentará en Ciencias de la Educación

Entre Ríos Ahora
http://entreriosahora.com/
Paraná, 23 de abril de 2015

Habrá un debate de convocatoria abierta acerca de la relación entre los jóvenes y las drogas

Un panel sobre consumos problemáticos se presentará en Ciencias de la Educación


     Integrantes del Proyecto de Extensión “Periodismo en la Universidad y la Escuela
Secundaria” invitan a los ciudadanos a participar de un debate a través del panel “El consumo y venta de droga en la vida cotidiana. Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama”. La actividad será el 27 de abril a las 15:30 en el auditorio Rodolfo Walsh, ubicado en calle Buenos Aires 389.

     En el panel estarán presentes Norma Castaño, integrante de la Red Madres Solidarias de
Santa Fe; Mónica Olivera, madre y vecina del barrio Lomas del Mirador de Paraná; Pablo
Barbirotto, defensor de pobres y menores de Paraná; Mario Elizalde, de la Secretaría de
Lucha Contra las Adicciones de Entre Ríos (SELCA); José Amado, periodista del diario Uno de Entre Ríos; y Nora Mian, rectora de la escuela secundaria nº3 Monseñor Abel Bazán y Bustos.

      La presentación tendrá como eje los consumos problemáticos de adolescentes y jóvenes de Entre Ríos y Santa Fe, temas tratados en la 9ª edición de la revista “Mal de ojos. Mirar fuerte los temas que nos comprometen” que también se presentará. Dicha publicación consiste en un informe periodístico realizado en 2014 por estudiantes de la facultad en el marco del taller de Producción Periodística de la Licenciatura en Comunicación Social.

Cronica Informativa Panel sobre la droga en los jóvenes


Presentación de la revista Mal de Ojos
Panel sobre la droga en los jóvenes: implementación de un protocolo de actuación
Por Lisandra Dittler
Se realizó un panel que tuvo como eje central la incorporación de políticas de Estado que indiquen cómo proceder ante el consumo y la venta de droga en los adolescentes. Esta cuestión, surgió luego de la presentación de los cinco panelistas convocados. El encuentro, fue en el marco de la presentación de la revista Mal de Ojos producida por el Taller de Producción Periodística (TPP), cátedra de la carrera de Comunicación Social. El mismo, se realizó en el Auditorio Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias de la Educación (FCE), perteneciente a la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
Panel integrado por: Jose Amado, Mario Elizalde, Pablo Barbirotto, Monica Olivera, Nora Mian y Aixa Boeykens





Uno de los panelistas fue Pablo Barbirotto, defensor de Pobres y Menores de Paraná, quien recalcó que la justicia no puede actuar sola, sino que necesita de una organización legal, donde las distintas entidades tales como: policías, salud, y organizaciones involucradas, asuman la responsabilidad y respondan ante las distintas situaciones. Además, señaló que la falta de apoyo familiar y social hace que los menores sean más permeables y, en muchos casos, que la droga ocupe ese lugar de “Familia ortopédica”. Para Barbirotto: “No basta con la actuación de la justicia penal y con encerrar y poner penas a los adolescentes que se ven involucrados en este tipo de hechos, producto de su adicción a las drogas o a los psicofármacos, sino que se requiere una atención urgente y de calidad, fundamentalmente, desde la protección integral de los derechos humanos de los niños y adolescentes y, principalmente, desde lo que es el derecho a la salud”.
Otro de los convocados fue José Amado, periodista de la sección Policiales del Diario Uno de Paraná, quien aportó un dato relevante vinculado a los 14 homicidios ocurridos en la capital entrerriana este año. Amado informó que: “el promedio de las personas que murieron en los homicidios es de 26 años y el promedio de los acusados, hasta ahora en estos delitos, es de 20 años”. También expresó que de los 14 hechos, 12 fueron entre bandas de un mismo barrio. “Las picas entre los distintos barrios siempre estuvieron, la diferencia es que ahora están armados” dijo el periodista. Por otra parte, Amado mencionó la presencia del soldadito: “Pibes excluidos del sistema, que consumen y que siempre le ponen el cuerpo a las balas”.
Nora Mian, exrectora de la Escuela Guadalupe del barrio La Floresta de Paraná y actualmente rectora de la Escuela Bazán y Bustos del barrio El Sol, con unos minutos de demoras, también habló del tema. Desde su trabajo en dos barrios “fuertes”, como los denominó ella y como madre de un menor con problemas de adicción, puntualizó que, además del problema de la droga, están los ilícitos que cometen los jóvenes para poder consumir. Por otra parte, contó que además de incitarlos a drogarse, después se los usa a los adolescentes para vender y, de esta manera, es imposible salir del sistema de la droga. Mian dijo que es importante hablar del tema porque es preocupante para la sociedad y para el ámbito educativo, “Nosotros desde las escuelas hacemos lo que podemos”, expresó. Por otra parte, explicó que no está de acuerdo con bajar la imputabilidad del delito, sino trabajarlo desde otros lugares. Asimismo, denunció la falta de articulación entre los organismos que son responsables. Siguiendo con este reclamo, manifestó que desde la vivencia personal con su hijo, encontrar un lugar de ayuda en Paraná fue imposible. Se necesita un trabajo en conjunto porque “los chicos se mueren como moscas” y no tienen la asistencia adecuada, señaló.
El encuentro se iba nutriendo con la palabra de cada uno de los disertantes. El Auditorio se llenaba cada vez más; las miradas y los oídos de los participantes estaban sumidos en la dura problemática que se estaba tratando. Otra experiencia enriquecedora fue la de Mónica Olivera, madre de un menor con problemas de adicción e integrante de la Red de Alerta, red integrada por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) comprometidas en la defensa de los Derechos Humanos. Olivera, relató que su hijo menor fue adicto a la marihuana. “Mi hijo no necesitaba ir a robar, no tenía violencia en la familia pero se lo trató de incentivar al consumo por sentido de pertenencia del barrio”. Olivera junto a su familia pertenecen al barrio Lomas del Mirador de Paraná. “Fue muy duro para mí darme cuenta que mi hijo consumía, mi hijo me la disfrazaba, yo lo miraba, y cuando empecé a tener sospechas gracias a mi hijo mayor que me decía: ‘este anda en algo’, no lo pude descubrir”. Además, contó que ella trabajaba doce horas diarias y si bien el adolescente iba a la escuela, tenía mucho tiempo libre en el barrio, un barrio que lo obligaba a consumir para poder pertenecer. Cuando descubrió la adicción del menor, lo quiso internar pero con la nueva Ley de Salud Mental, el consumidor consciente decide si quiere internarse o no, por lo cual no se pudo llevar a cabo la internación. Olivera, manifestó que buscó todas las maneras para poder solucionar el problema que enfrentaban junto a su familia, pero tuvo que sacar del barrio al hijo porque, de lo contrario, tenía miedo que se lo maten. Si bien relató una dura historia, dejo en claro que nunca hay que juzgar ni tampoco decir “nunca me va a pasar”, porque uno nunca sabe.
La hora pasaba, sin embargo quedaban palabras y experiencias por escuchar. Los invitados no se demostraban casados, al contrario, sus caras iban cambiando y aparecían gestos de indignación y enojo, sobre todo en Olivera y la rectora Mian. El panel, organizado por la revista Mal de Ojos, iba ganando intereses.
El secretario de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones de Entre Ríos (SELCA), Mario Elizalde también estuvo presente. Lo que más recalcó, es que no se sabe nada al respecto de las adicciones y que desde la Secretaría han trabajado en la capacitación y en distintas campañas educativas. Durante su presentación, no se focalizó demasiado en el tema cuestionado, que hasta el momento era la falta de un trabajo en conjunto desde los distintos organismos; lo único que expresó al respecto fue que: “cuando uno habla de Estado, que somos todos, cada uno tiene su cuota de responsabilidad”. 
La presentación de los cinco panelistas invitados, había llegado a su fin. Quedaba tiempo todavía, por lo cual se dio lugar a las preguntas de los participantes. El clima ya estaba más tenso. Una docente expresó que el único responsable en este tema es el Estado, ya que el común de la gente no tiene los mismos recursos. Olivera y Mian, ambas madres de jóvenes con problemas de adicción parecían, por sus gestos, asentir lo que decía la profesora. Surgieron varios entredichos entre la docente y Ellizalde, lo cual dejo un clima un poco raro y distinto al del comienzo.

Otra de las preguntas fue sobre la legalización de la marihuana en Uruguay, a la cual Elizalde expresó que: “cuando uno legaliza la marihuana, legaliza la enfermedad”. No se puede ofrecer enfermedades, ya nos pasó con el alcohol, el tabaco y los remedios, manifestó.
Edición 2014 de la revista Mal de Ojos
A la palabra de los panelistas, se le sumaron las experiencias relatadas por Nahuel Amore y Paulo Palacios, dos alumnos que participaron en la producción de la revista Mal de Ojos, una pieza comunicacional producida el Taller de Producción Periodística (TPP). La producción comunicacional está dentro del Programa de Extensión denominado Periodismo en la facultad y en la Escuela Secundaria y su función es: “plantear un tema cuyo eje son los jóvenes e investigar a partir de esa problemática”, explicó la profesora Aixa Boeykens, directora de la revista.
En el caso de Amore, elaboró una nota periodística titulada “Tras el velo del consumo se oculta una trama compleja”. El objetivo de su pieza comunicacional se centró en el consumo de drogas ilegales, como la marihuana y su relación con los adolescentes, su pregunta inicial fue ¿por qué se visibilizan ante la sociedad sin ningún problema? y ¿por qué la sociedad los culpa a ellos del problema? Como punto de partida tomó el barrio local, Paraná V, donde investigó la trama compleja que hay detrás del velo de los consumidores. Tomando el título de la nota, explicó que: “cuando hablamos de velo estamos hablando de eso primero que se ve y tiene que ver precisamente con los adolescentes, que no tienen problema en mostrarse en la plaza de su barrio fumando un porro”. “Los jóvenes son los más genuinos, no tienes problemas en contar lo que sucede, incluso ellos te dicen ‘pone mi nombre’”.
En tanto, Palacios, otro de los periodistas de la revista, prefirió recolectar el testimonio de las víctimas de la adicción en la ciudad de Santa Fe. Teniendo en cuenta su objetivo dijo: “Lo que intenté yo es darle voz, darle un espacio, al actor social que más sufre con esta problemática que son los adolescentes”. Palacios relató que el consumo de droga es una problemática que encontramos en todos lados y de la que nadie está exento. Además, cuando hay un encuentro cara a cara y uno se enfrenta a esa realidad puede hacer una pieza más sincera. Contó que le costó elegir qué testimonio incluir y cuáles no, pero expresó que: “aunque no aparezcan, esas voces siempre están presentes, de cierta manera laten dentro del texto”.
El encuentro sobre “El consumo y venta de droga en la vida cotidiana. Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama” estaba potenciado por diversas opiniones, relatos y vivencias. El reloj marcaba las 17:45, lo cual indicaba que el panel había terminado.




Integrantes del panel sobre consumos problemáticos repudiaron la baja de la edad de imputabilidad

Entre Ríos Ahora 
http://entreriosahora.com/
Paraná, 27 de abril de 2015

Hubo un debate y se presentó la revista Mal de Ojos en Ciencias de la Educación

Integrantes del panel sobre consumos problemáticos repudiaron la baja de la edad de imputabilidad


Panelistas rechazaron que los menores deban ser juzgados penalmente, en el marco del debate sobre la relación entre los jóvenes y las drogas. Este discurso fue enunciado por Pablo Barbirotto, defensor de pobres y menores de Paraná; José Amado, periodista del diario Uno de Entre Ríos; y Nora Mian, rectora de la escuela nº3 Monseñor Abel Bazán y Bustos. También participaron del panel Mónica Olivera, madre y vecina del barrio Lomas del Mirador de Paraná y Mario Elizalde, de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones de Entre Ríos (SELCA).

Por Araceli De Simón

      El panel se dispuso sobre el escenario del auditorio Rodolfo Walsh para dar inicio al candente debate que se vivió esta tarde. “Pretender solucionar un problema de salud mental, un problema social, con el código penal no solamente es inútil sino que también, desde mi punto de vista, es una locura”, enfatizó el defensor de pobres y menores, cuyo pasaje fue el más aplaudido por los que estaban allí presentes. Así, Pablo Barbirotto insistió en que la justicia penal es una instancia última para los delitos cometidos por menores, que se llega ahí sólo si las demás instituciones han fallado. En este sentido, también hizo hincapié en la necesidad de crear un protocolo de acción en el cual la Justicia, la Salud y el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF) trabajen en conjunto para la prevención e intervención de adicciones.
      Con un tono de denuncia, Barbirotto sostuvo que “el derecho penal interviene cuando el resto de las instituciones que deberían haber visualizado o solucionado el problema no lo hicieron o ni siquiera vieron el problema”. Además, se refirió a que los menores que cometen delitos producto de su adicción necesitan una atención urgente y de calidad, y resaltó que “la sola criminalización de esta conducta por el sistema penal sin un sistema de salud, un sistema de protección de derechos fuertes (…) no va a resolver absolutamente nada”. Por lo tanto, indicó que es necesario trabajar el tema desde la protección integral de niños, niñas y adolescentes y principalmente de lo que es el derecho a la salud.
       En concordancia con lo planteado anteriormente, José Amado señaló que “hay muchos comentarios en Facebook, en páginas de Internet de corte más fascista que reclaman mano dura, bajar la edad de imputabilidad de los menores, etcétera. En Paraná por lo menos, y desde los datos con los que yo cuento, son cuestiones diferentes que necesitan otro enfoque y otra solución”.
     Amado también resaltó: “Es importante no juzgar en todo esto, me parece que es un problema en el que todavía nadie sabe dónde está parado (…) por lo tanto me parece muy importarte no juzgar a ninguno de estos actores, salvo al Estado que merece la mayor de las críticas cuando falla (…)”. De esta manera, criticó al rol del Estado al que definió como pasivo y “bobo” aludiendo a la venta de drogas que se da en frente a las comisarías.
     Por su parte, Nora Mian sostuvo: “No comparto la idea de bajar la edad de culpabilidad frente al delito, simplemente trabajarlo desde otros lugares. También denuncio de alguna manera la falta de articulación entre los organismos que son responsables, o que somos responsables de alguna manera, ya sea porque están colapsados o no tienen la inversión necesaria (…)”. Así, Mian reclamó la falta de atención que padecen los menores, siendo víctimas silenciadas y olvidadas por el Estado. Además manifestó que “la aparición de la droga es un síntoma de un tejido social roto, de una relación de poder que también mira para otro lado”.


Proyecto de acción

      Ante la evidente necesidad de tomar una política de Estado coordinada para el problema del consumo de drogas de adolescentes, Barbirotto insistió en que se debe trabajar un Protocolo para que cada institución sepa qué tiene que hacer y cómo debe actuar. Además, manifestó la urgencia de crear espacios de atención para los adictos donde se puedan estabilizar y tener un plan de acción en un plazo de 24 o 48 horas.
     Barbirotto señaló también que hubo una presentación de un anteproyecto de ley procesal penal, donde se plantea el trabajo con chicos de 14 y 15 años, “no para bajar la edad de imputabilidad”, aclaró, sino para investigar los procesos en determinados homicidios, de abuso sexual y delitos cometidos con armas. Afirmó que “no podemos naturalizar que el chico tenga un arma, hay que saber mínimamente de dónde consiguió el arma”.
     Asimismo, Barbirotto indicó que la denuncia anónima sería la forma conveniente para que las personas se animen a revelar con nombre y apellido a los que venden drogas, que generalmente conocen pero no lo hacen por miedo.


Números que preocupan

      Según José Amado, en los homicidios ocurridos en Paraná el promedio de edad de las personas que murieron es de 26 y el de los acusados es de 20, incluyendo chicos de 13,14 y 15 años. La mayoría de estos homicidios fueron entre conocidos, y 12 de los 14 vivían en el mismo barrio y algunos en la misma cuadra.
     Otra cifra preocupante la aportó Nora Mian: “Más del 40 o 50 % de la población estudiantil tiene o ha tenido contacto con las drogas”
Mario Elizalde refirió a que el promedio de vida de los no consumidores de marihuana es de 80 años, mientras que el de los que sí consumen es de 50 años. Elizalde también contó que “cuando hicimos la prueba piloto en Buenos Aires el tema de las adicciones estaba en el 3º lugar y revisando alguna estadísticas de 2005 y 2006 el tema adicciones estaba en el 9º lugar, subió bastante y no creo que pase de ahí, si no estaríamos frente a una catástrofe”
     Mediante el programa Hernandarias Sin Adicciones (HERSINA) llevado a cabo por el SELCA, se pudo establecer que el 55% de alumnos de sexto año de la primaria consumen alcohol y ese hábito lo incorporaron en su casa a través de un familiar directo. Y el 25% de esos menores había tenido un episodio de intoxicación alcohólica. Elizalde enfatizó que “el Estado tiene responsabilidad en esto porque se le vende alcohol a los menores”.
     Además, al referiste a Paraná, Barbirotto sostuvo que “un 90% de los homicidios tienen una relación de preexistencia de conocimiento”


Vivencias y denuncias en el contexto del consumo de drogas

      Respecto al contexto, José Amado explicó que hay una nueva figura que aparece en la red del consumo de drogas, se trata del “soldadito” que lo definió como menores que están excluidos, presos del consumo de droga y que son captados por narcotraficantes. También refirió a que “los buscan por el tema de la imputabilidad y porque son los que le ponen el cuerpo a las balas”.
     Asimismo, Amado argumentó que aparece otra cuestión de fondo relacionada a la identificación que establecen los jóvenes con los que le venden la droga y los proveen de armas, motos y zapatillas. Así, al referirse a lo que le ocurre a estos menores consideró que“su proyecto de vida es ser como el Petaco Barrientos, determinados personajes nefastos de la ciudad de Paraná”. Esta persona que nombra el periodista se trata de Gustavo Barrientos que está condenado por haber cometido un doble crimen y también aparece vinculado al tráfico de drogas.
     En el contexto de denuncias, Nora Mian reclamó: “Recurrimos al 102, al COPNAF y no son las respuestas que esperamos. Incluso muchas veces hay silencio detrás de los teléfonos. Creo que hay que articular bien esto, hay que generar lugares de atención para los chicos que se mueren como moscas”. En esta misma línea, Mian aclaró que tuvo cuestiones personales con los vendedores de drogas y que tuvo hagallas para enfrentarlos, pero que las cosas siguen igual que hace unos años atrás, cuando su hijo consumía.
     Así, Mian también relató la experiencia que vivió con su hijo que padeció el consumo de drogas y que tuvo serias dificultades para poder encontrar un lugar de ayuda en Paraná. Contó que en una oportunidad, luego de consumir, su hijo robó una guitarra y fue detenido por el hecho, teniendo que cumplir una probation que consistió en hacerse un tratamiento contra su adicción. Fue así que él pudo recuperarse.
     Además, la rectora contó que los alumnos de la escuela secundaria Bazán y Bustos consumen drogas como “alita de mosca” y “Popper”, y que este consumo significa muchas veces que deben dedicarse a la venta en el barrio. Además, explicó que tiene tres estudiantes con una herida de bala en la pierna y que ello es una advertencia de los narcos para avisarles que no pueden dejar de vender.
Por otra parte, Mónica Olivera destacó la importancia de denunciar la venta de droga ante la Justicia, aunque también dijo que comprende a quienes no lo hacen por miedo ya que manifestó: “El 1º de junio del año pasado me prendieron fuego la casa, estaba yo adentro con mi hijo. Son terribles cuando vos los denuncias”.
     La madre contó sobre la experiencia de su hijo: “Esta gente que le vende cosas a los chicos busca la vulnerabilidad del sujeto. Se lo trató de incentivar al consumo por el sentido de pertenencia al barrio”. Así, Olivera consideró que a su hijo fue el entorno del barrio Lomas del Mirador lo que lo llevó al consumo de marihuana. Además, confesó no haberse dado cuenta de la situación, él se lo “disfrazaba” y pasaba mucho tiempo en el barrio mientras ella trabaja 12 horas fuera de su casa.
     Además, Olivera explicó que cuando se enteró del consumo de su hijo quiso internarlo pero no pudo debido a que la ley de salud mental expresa que el adicto debe internarse por su propia voluntad. Y su hijo decía que no se sentía enfermo. Por lo cual, le permitió que consumiera dentro de su casa porque si salía a la esquina tenía miedo de que lo lleven preso o que lo mataran, “fue muy duro para mi decirle eso”, confesó la madre. Finalmente, Olivera encontró la solución para su hijo sacándolo del barrio y “mandándolo a la otra punta de la ciudad”.


Tipos de delitos y efectos de la droga en el organismo

      El defensor de pobres y menores expresó que no se puede establecer una relación directa entre drogas, juventud y delincuencia. Ya que considera que hay personas que se drogan y no cometen delitos, y otras que no se drogan pero que sí delinquen. Así, tampoco existe una droga que produzca como efecto delinquir.
     Además, Barbirotto distinguió entre “delitos psicofarmacológicos” que son cometidos bajo los efectos de una sustancia psicoactiva como la cocaína o el paco y de psicofármacos mezclados con alcohol, a los cuales los menores lo llaman “el corajín” porque les da coraje para salir a robar, “la renoleta” en alusión a su principal componente que es el ribotril o clonacepan y “la jarra” en referencia al envase en el que lo consumen; los “delitos compulsivos con fines económicos” son los que se cometen para conseguir la droga, cuyo consumo se inicia generalmente dentro de su mismo barrio. Al principio “los narcos” le dan gratis la droga y luego le empiezan a cobrar, lo que deriva el 80% en el robo de teléfonos celulares; los “delitos sistemáticos” se cometen en el marco de las redes de distribución de droga, cuando los chicos se quedan con vueltos o quieren escalar más alto en la jerarquía de las redes y son los hechos más violentos ya que habitualmente están involucradas armas y se efectúan homicidios.
     Por otra parte, Mario Elizalde explicó que “cuando la droga ingresa a nuestro organismo va a generar un oleaje de neurotransmisores que nos alteran”. Y especificó lo que ocurre en el caso de fumar marihuana, que se activa una parte del cerebro que modifica la conducta de la persona y afecta la relación del tiempo y la distancia.
     Asimismo, Elizalde advirtió que el consumo de la marihuana afecta al hipocampo al que definió como “el lugar del cerebro donde se acumula nuestra memoria”. También refirió al descubrimiento de que el conocimiento ocupa lugar, cuya demostración estuvo a cargo de dos rusos que ganaron el premio nobel de medicina en los años ’70. Consideró que esto fue muy importante ya que cada aprendizaje tiene un lugar en el cerebro y explicó que “cuando la marihuana va y se enchufa desplaza un recuerdo porque ocupa el mismo lugar que el recuerdo”.


Hubo discrepancias del público con el discurso del secretario del SELCA

      Se dio un intercambio tenso entre parte de los participantes del debate y Mario Elizalde. En varios momentos dio la sensación de que el secretario evadió algunas preguntas.
      Una señora del público interpeló al secretario del SELCA y criticó que le “tire la pelota” a los docentes y a la sociedad, que no tienen los mismos recursos que el Estado. También resaltó que mientras los docentes van a darles un proyecto de vida a los alumnos “tienen que andar esquivando balas”. Así enfatizó en que esto le parecía una falta de respeto ya que todo el esfuerzo que realizan los docentes para batallar con la droga y los delitos son cuestiones que el Gobierno ya podría haber resuelto hace mucho tiempo. Además, denunció que el viernes pasado fue a buscar al ministro Balh y que no la atendió porque estaba haciendo campaña en Federación.
     Ante esta intervención, Elizalde respondió que él no le tira la pelota a nadie ya que está adentro de la educación y que el SELCA sólo se encarga de hacer programas preventivos.
     Seguidamente, Mónica Olivera le dio la razón a la señora respecto a la situación que viven los docentes, también afirmó que “le tienen que enseñar a tirarse al piso a los chicos” y se quejó de que el ministro Balh tampoco la recibió.
     Minutos después, la tensión volvió al centro de la escena cuando la trabajadora del COPNAF le preguntó a Elizalde cuál es la alternativa de internación o la propuesta de solución para los chicos adictos.
     Mario Elizalde dijo que lo primero que hubo que definir es qué era un adicto. Y él concuerda con la siguiente definición: “aquel que depende de un objeto inanimado para ser o no ser”. Así, sostuvo que si hay una persona intoxicada o en abstinencia debe ir al hospital para ser internado o a centros de asistencia con servicio de Salud Mental como el Hospital San Martín o el Centro de Salud Newbery.   Mientras el secretario hablaba, la madre y la rectora cruzaron miradas y comentarios como en rechazo de lo que él expresó.
     En consecuencia, la trabajadora del COPNAF le respondió que se los interna sólo en ese momento y luego no se sigue el tratamiento, que no se hacen responsables. Dijo que en el Hospital San Martín hay que hacer muchos trámites para que atiendan a los menores, y que en menos de 24 horas ya no tienen donde seguir tratándose.
     Y Elizalde concluyó con que él depende del Ministerio de Educación, que la salud no es su área de responsabilidad.


Revista Mal de Ojos



     Se presentó la 9ª edición de la revista “Mal de ojos. Mirar fuerte los temas que nos comprometen” que trata sobre los consumos problemáticos de adolescentes y jóvenes de Entre Ríos y Santa Fe. La presentación estuvo a cargo de dos alumnos de la Licenciatura en Comunicación Social, Paulo Palacios y Nahuel Amore, que participaron en la producción junto a otros estudiantes de la facultad en el marco del Proyecto de Extensión “Periodismo en la Universidad y la Escuela Secundaria” en 2014. Para conocer más sobre la revista ingresa en http://maldeojosuner.blogspot.com.ar/p/revista-mal-de-ojos.html y para adquirirla gratuitamente envía un mail a maldeojos2006@yahoo.com.ar.

Se denunció la falta de articulación de los organismos frente a la problemática de adicción

Paraná, 27 de abril de 2015
Debate sobre los jóvenes y las drogas en la UNER

Se realizó un panel sobre el consumo de drogas y su relación con los jóvenes hoy por la tarde. Entre los principales temas abordados estuvo la necesidad de un protocolo de acción como parte de una nueva política de Estado. Esta actividad se hizo en el marco de la presentación de la 9º edición de la revista Mal de Ojos. La publicación está a cargo de estudiantes del Taller de Producción Periodística de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).


Por Julieta De Lorenzo
            Casi todas las disertaciones se caracterizaron por una fuerte denuncia de la falta de articulación existente en las organizaciones sociales que participan de la red de ayuda para los jóvenes adictos. Por eso, como síntesis del debate y conforme a otras opiniones presentes como la de la no adhesión a la baja de imputabilidad juvenil, se hizo hincapié en la necesidad de un protocolo de acción para ayudar a los menores con adicciones en situación de crisis.
            El debate sobre la relación entre drogas, jóvenes y delitos tuvo la participación de: Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones (SELCA); Pablo Barbirotto, defensor de Pobres y Menores del Juzgado de Paraná; Nora Mian, profesora de la secundaria Bazán y Bustos; Mónica Olivera, madre y vecina del barrio Lomas del Mirador; y José Amado, periodista de la sección policiales del diario UNO Entre Ríos. Además, participaron dos alumnos del taller. Esta actividad tuvo lugar en el auditorio Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias de la Educación hoy por la tarde
           

 Cadena de responsabilidades

            A lo largo de todas las exposiciones hubo fuertes críticas al sistema de ayuda en casos de crisis de adicción que se encuentra vigente. Entre los organismos competentes denunciados estuvieron, en primer lugar, el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), la Policía Federal encargada de los operativos relacionados al narcotráfico y el sistema de salud de la provincia. Mónica Olivera remarcó el hecho de que el 102 generalmente no da respuesta y que la única alternativa disponible es la internación en un centro de ayuda, cuando los jóvenes lo permiten.
            Respecto a la vulnerabilidad de los menores, Mario Elizalde puntualizó que si bien el Estado debe hacerse cargo de ésta situación, no se debe perder de vista la cuota de responsabilidad que tienen los padres de esos jóvenes. El hecho marcó un quiebre en el clima que se vivió en el auditorio, ya que tanto la madre presente como la profesora desacordaron inmediatamente y a partir de ahí el público presente comenzó a medir cada palabra del secretario. Desde el desacuerdo con las palabras de Elizalde, la moderadora del panel Aixa Boeykens remarcó: “Realmente sí es un circuito, una red en donde hay responsabilidades, pero no son iguales las responsabilidades”.
            Además, teniendo en cuenta que el problema involucra a los menores de edad, cabe remarcar que había un acuerdo acerca de no ver a la baja de la edad de imputabilidad como una vía de solución a esta problemática. Justamente porque al ser del orden social, como aclaraba Barbirotto, no se puede buscar soluciones unidimensionales de algo que posee múltiples dimensiones intervinientes. Desde este lugar el defensor sostuvo: “La sola penalización de esta conducta por el sistema penal sin un sistema de salud, un sistema de protección de los derechos del cuerpo, un sistema de protección de verdad, no va a resolver absolutamente nada”.
            Respecto a la necesidad de un tratamiento más macro del problema, la profesora Nora Mian habló de la necesidad de respuestas por parte del Estado que tienen las educadoras frente a las situaciones que se originan en las instituciones educativas por el consumo de estupefacientes. Ella declaró que si bien es consciente de lo importante que es la contención de los chicos que se brinda en las escuelas, ellas no están preparadas para las situaciones de violencias que se originan a causa del consumo.
            Por su parte, y en línea con esta mirada que apunta más allá de la intervención del sistema jurídico y penal, el secretario del SELCA expuso la línea preventiva de esta problemática que se plantea desde el organismo. Entre las actividades que llevan a cabo, comentó los estudios que se están realizando acerca del grado de capacitación que poseen profesionales de la salud en relación con esta temática. Entre ejemplos y algunas anécdotas que intentaban dinamizar su exposición, Elizalde comentó que la información se recolecta desde el análisis de las materias de carreras como la de Psicología, Enfermería, Medicina, etc.

 Soldaditos de los narcos

            Otro punto fuerte que se tocó en esta charla que se extendió durante casi dos horas, fue el de los cambios que hubo respecto a la forma en que se vincula el joven con la droga. En relación con esto, Juan Amado fue muy claro cuando sostuvo que entre las diferencias que él puede notar está el nuevo papel de los jóvenes como “soldaditos” de los narcos. Los menores, comentó, ya no se introducen en este sistema vicioso solo como consumidores, sino que también forman parte de la red de venta, un proceso del cual no se logra salir. El “narco” del barrio no sólo ya no tiene códigos y vende adentro, sino que además los capta y los utiliza aprovechando su vulnerabilidad.
Además, el periodista remarcó el hecho de que los chicos están abastecidos de armas y que eso influye directamente en el grado de violencia que se vive. En este sentido, Amado fue muy claro cuando dijo: “Hoy la diferencia es que los chicos están armados y lo que antes se resolvía con unas trompadas y daba que hablar a todo el barrio una semana, hoy se resuelve a los tiros”.
Por su parte, tanto Olivera como Mian coincidieron al expresar que es de público conocimiento en sus barrios quiénes son los que venden drogas y abastecen de armas a sus hijos. Y además, ambas comentaron la dificultad que significa querer denunciar a estos “clanes familiares” ya que siempre se reciben represalias. La mamá fue muy clara cuando dijo: “cuando denunciás a uno todos los delincuentes hacen causa común (…) cuando vos lo denuncias lo que tenés que enfrentar no es fácil, yo los entiendo.” Sin embargo, Barbirotto sostuvo que la gente debe realizar estas denuncias, que son sumamente necesarias para avanzar y aseguró que si la denuncia se hace bajo el procedimiento de testigo de identidad reservada, se asegura la protección del denunciante.

 Muchos casos y pocas estadísticas

            En la disertación del periodista de diario UNO, se especificó el hecho de la falta de estadísticas que hay a nivel provincial respecto de los casos que involucran a menores y que se relacionan con la droga. Amado comentó que a partir de visualizar esto, él decidió realizar sus propias estadísticas a partir de los casos que conoce desde su trabajo periodístico. Además, sostuvo que la falta de números y análisis hace que la construcción que relaciona a los jóvenes tanto con la droga como con el delito sea errada, ya que se la toma como una relación directamente influyente.
En relación con esta construcción periodista de la temática, entre nombres de víctimas y números que no asombraban al auditorio, el periodista demostró cómo la mayoría de los hechos de violencia tienen que ver con una cuestión territorial, o de problemas entre los narcotraficantes. Esto, explicó Amado, iba en oposición a la representación que hacen los medios de esta problemática, ya que siempre se establece que las muertes son por hechos delictivos. Además expresó que este tipo de construcción hace que “atrás de eso por supuesto vienen muchas ideas, muchos comentarios (…) de corte más fascista que reclaman mano dura o bajar la imputabilidad de menores.”

No es cuestión de juzgar

            Algo que apareció en el discurso de varios de los disertantes fue el hecho de no juzgar a los jóvenes, por un lado porque como dijo la mamá, a cualquiera le puede tocar aunque uno crea que no y agregó “yo lo hacía y me pasó”. Y por otro lado, porque como afirmó el periodista todavía no sabemos dónde estamos parados, y es necesario no juzgar a no ser al Estado el cual merece la mejor de las críticas. Además, no es algo sencillo, la clasificación y el encasillamiento de la problemática en la clase baja, no resuelve el problema, y en realidad lo que importa es, en palabras de Boeykens, que “no es menor que se nos estén muriendo la mayoría de los niños y jóvenes de nuestro país, no podemos mirar para el costado”.

            En este sentido, y como lo subrayaron todos los panelistas durante la charla, son importantes investigaciones profundas y responsables sobre este tipo de temas, como la realizada por la 9° edición de la revista Mal de Ojos. Esta publicación se caracteriza por tratar en cada una de ellas una problemática social diferente, la cual va a ser analizada en profundidad por los estudiantes que estén a cargo. En esta oportunidad se analizaron tres puntos fuertes en relación con los jóvenes: su relación con las drogas, los adolescentes y el alcohol y su relación con las tecnologías. Los alumnos disertantes pudieron dar cuenta, a partir de sus palabras la seriedad del trabajo periodístico que habían realizado y fue por eso que no solo recibieron los halagos de todos los panelistas, sino también los aplausos del auditorio, el cual se encontraba con una de sus dos alas completa. La revista junto con otras producciones del taller están disponibles en el sitio digital: http://unertpp.blogspot.com.ar/

Audio de la opinión del defensor Barbirotto sobre el tratamiento penal de la problemática: https://soundcloud.com/julieta-de-lorenzo/audio-barbirotto